martes, 24 de agosto de 2010

Entrevista a Fernanda y Magaly

Hoy día, martes, realizamos nuestra tercera visita a la Vega Central con el propósito de visitar a Don Julio, tal como le prometimos, y ojala además encontrar algún tipo de red social, como alguna familia, por lo que teníamos pensado visitar a Mario. Lamentablemente, a las 4.05, el puesto verduras de Mario ya estaba cerrado y él, por supuesto, se había ido, asique seguimos recorriendo los pasillos cercanos, hasta llegar a "Frutas y Verduras: MyR", un puesto bastante grande con muchas variedades de productos y dos mujeres a cargo del lugar, madre e hija. La madre, la dueña del local, llamada Magaly de 55 años y la hija llamada Fernanda (24 años), madre de dos niñas.


Nos parecieron interesantes asique decidimos explicarles que éramos estudiantes de sociología y que nos gustaría hacerles varias preguntar, a lo que Fernanda respondió "¿Qué es lo que pueden aprender de la Vega?", su madre inmediatamente, indignada, dijo "Claro que pueden aprender de nosotras!, mucho pueden aprender!", nosotras les explicamos cuales eran las expectativas y objetivos de nuestra investigación y a partir de ese momento se desencadeno una entrevista de lo más entretenida, y que se desarrollo de la siguiente manera:


¿Cómo se llevan con los otros locatarios que trabajan acá en la Vega? ¿es una relación de competencia sana o agresiva?

 M: “Es buena, normal en realidad, no hay competencia, cada uno está en las suyas”
F: “Pero, mamá, claro que hay competencia, pero no es mala tampoco, si estamos todos en las mismas, todos al fin queremos vender y ganarnos la plata.”

¿Y se podría decir que existen diferencias en el trato con los locatarios chilenos y los locatarios extranjeros?

F: "Nooo, nosotros nos llevamos bien con todos en verdad. No hay ni un atao. Bueno en verdad a mi me caen mal los peruanos, pero a mi mamá le caen bien, ó sea no me caen mal, pero no me gustan mucho. Es que en verdad se hacen los pobrecitos y en verdad son arribistas, no son buenas personas, son...otra onda"
M: "Pero mira, hija, eso pasa con cualquier persona fuera de su país, porque en verdad si están siendo extranjeros es por la pura plata noma', así que hay que tratarlos como personas noma'."


¿Y tu Fernanda cuando empezaste a trabajar acá en la Vega?

F: "ufff... desde chica que estoy acá, mira mi mamá es dueña del local, y desde wawa me traía pa' acá"


¿Y cuanto trabajas en el local? ¿A qué hora cierran?

F: "(se ríe) yo entro tarde, si! pero cerramos a las 3.30, 4.00 por ahí ma' o menos (y mira a su mamá con cara de suplica, riéndose nuevamente) no broma, cerramos a las 4.30, 5.00."
M: "Yo entro a trabajar a las 7. Trabajo de 7 a 5 de lunes a lunes, tanto trabajo me mantiene joven" (y se rie)
F: "Pero la Vega está abierta las 24 horas, eso sí, yo no me junto con la gente de por aquí, no carreteo con ellos ni naa. No voy a la Piojera, ni a ningún lugar de por aquí, carreteo con gente que vive cerca de nuestra parcela."

¿Y mientras trabajas quien cuida a tus hijas Fernanda?


F: "Mis hijas se quedan con una señora que tengo, ella las cuida. Las extraño, si porque son chicas, la más grande tiene 7 y la más chica tiene 3, pero ellas prefieren que su mami trabaje y les lleve dinero. Siempre están 'mamii comprame, comprame maamiiii!' (Dice imitando la voz de niña)."

Mientras nos respondía a la pregunta, se acerco un hombre y dijo "quiero 150 gramos de esto y 150 gramos de esto" en un tono un poco despectivo y sin dirigirle la vista a Fernanda. Ella lo atendió, pero se puso "chora" y comenzó a tratarlo de "amor", con ironía y a retarlo cada vez que no especificaba lo que quería o no señalaba correctamente. Claramente Fernanda se hacía respetar.

Sucesos como este, sostiene Salazar, ocurren casualmente "cuando aparecen compradores prepotentes, el vendedor se pone serio, pero los atiende igual: pues, depués de todo, lo mismo compran. Pero esos compradores no están en el juego. Son extraños, incluso deasgradables. Y todos los caseros los miran de reojo." (Salazar, 2003: 95)

Cuando el caballero se fue les pedimos si podían darnos alguna tarjetita y si podíamos volver a visitarlas durante el año, dijeron que no tenían ningún problema, asique nos despedimos y nos fuimos.

Antes de irnos del mercado pasamos por el puesto de Don Julio, a visitarlo nuevamente; lo primero que hizo al vernos, fue reclamarnos no haber ido a visitarlo antes, asique tuvimos que pedir las disculpas pertinentes. Luego nos pregunto si queríamos conocer uno de sus nuevos inventos, esta vez, el invento eran ramitas hechas del tallo del brócoli, con limón y sal. Aunque suene feo, realmente era muy sabroso, asique comimos ramitas de brócoli mientras nos comentaba de sus planes de remodelar su puesto de trabajo. Nuevamente la hora se nos pasó asique nos despedimos, prometiendo volver a visitarlo una vez más y nos marchamos. Fue así como concluyó nuestra tercera visita a la Vega Central.




Salazar, Gabriel (2003) "Ferias libres: espacio residual de soberanía cuidadana". Ediciones Sur. Santiago. Chile

2 comentarios:

  1. Tengan cuidado con la redacción y con el uso de muletillas al escribir.

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  2. En general les falta desarrollar más los antecedentes bibliográficos. Igualmente le falta trabajo al orden de ideas y la manera en que organizan los post en el blog. Traten de utilizar más recursos para presentar la información, como por ejemplo videos. Esta muy bien que escriban pensando en el lector, al leer los post esto se nota.
    Cualquier duda escríbanme a caro._.quiroga@hotmail.com

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