lunes, 16 de agosto de 2010

Aprendiendo sobre Fondos de Alcachofas

Nuestra visita de ayer fue un fracaso absoluto, pero  hoy jueves se puede ver un gran movimiento, lo normal que uno se imagina en un espacio comercial como este, un lugar tan importante como lo es la Vega. Llegamos a las 12.00, buena hora para observar el funcionamiento, y comenzamos a recorrer sus pasillos. En ese minuto nos percatamos que la esencia patrimonail de la Vega Central, no es solamente su arquitectura o el barrio en donde se emplaza, sino el entramado de relaciones sociales de los distintos actores y como se generan lazos entre los comerciantes y los caseros, seguimos caminando hasta encontrarnos en el puesto 758, con Don Julio, un viudo que vendía tomates, porotos y fondos de alcachofas. Le pedimos si podíamos hacerle algunas preguntas y su respuesta fue "mientra' no le digai a mi iñora, todo bien", queriamos saber si le compraba los productos a un único vendedor o si se iba alternando de distribuidor, cuanto vendía aproximadamente al día, etc. El viejito de lo más amable, no dudo en ayudarnos lo más posible, con tal que termino mostrándonos las facturas de los tomates, para comprobar que las vendía a buen precio, nos enseño a cortar las alcachofas, y así aprendimos que existe un único método para que no pierdan su sabor y nos permitió ser, por unos minutos, las encargadas del puesto y atender a la clientela.





Claramente a Don Julio le molestaba que los peruanos "se hicieran los pobrecitos, cuando en realidad son los que tienen más cámaras y heladeras". Nos comentó además que con el proceso de urbanización muchos buenos lugares para la plantación con tierras ricas en nutrientes se habían desperdiciado, como por ejemplo las zonas de Maipú y Peñaflor. Tras una hora nos despedimos de Don Julio, ya que claramente hace mucho que no tenia una buena conversión, con su tarjeta en mano, un kilo de tomates y prometiendo volver en unos cuantos días. Luego seguimos recorriendo los pasillos y le preguntamos a varios vendedores cada cuanto compraban las mercaderías y como era el  proceso de compra. Nos dijeron que compraban todo al ojo, según cómo iban las ventas, y que además tenían que llegar a las 3am. a la zona de remates a comprar las mercaderías solo un poco más barata, pero solo era así si compraban en "grotescas cantidades" como nos dijo Mario. Finalmente, despues de dos horas de largo recorrido, nos fuimos conformes con nuestra visita y con una gran bolsa llena de frutas y verduras.

Entrevista a Don Julio

¿Hace cuanto tiempo que trabaja usted en la Vega?

¡Buuuu! yo trabajo aquí hace años ya. Desde como el año 51. Pero antes yo ayudaba a un tio mio, eso si no viea mone', despues trabaje para un locatario vecino, ese si me pagaba. Y al final tuve mi propio local.

¿y siempre ha vendido fondos de alcachofa?

Si po. Siempre, si los mios son los mejores. Yo fui el primero que empece con esto, pero antes yo vendía las alcachofas chilenas, esas si que eran más ricas, más sabrosas, si, esas que tenían espinas. Pero después esas como que dejaron de producirse y ahora vendo estas que no son tan ricas pero que tambien se venden. Mire, así se hacen los fondos de alcachofa. (Don Julio nos muestra cómo corta las alcachofas para dejar sólo el fondo a la venta.) Y despues se va a su lavado

¿y qué tiene eso?

¡Aaaaa no po'! Ese es su tratamiento secreto. Yo a nadie le he dicho lo que tiene esa agua. Gracias a eso mis fondos son los mejores. (A pesar de todos nuestros intentos por sacarle la información, Don Julio guardaba su secreto con mucha terquedad.)

¿Y qué hace con lo que sobra, con las hojas?

Nooo, eso es basura, antes yo las llevaba a mi casa para hacer algunas cosas, como sopas. Mi señora lo hacía, le quedaban ricas. Pero es mucho leseo ahora es basura no ma. Imaginese andar guardando todo esto, es mucha cosa. Hay veces en que me piden 1000 fondos, 800 fondos o 500 fondos, es harto tengo que estar harto rato puro cortando. Igual yo soy rapido.

Entonces le va bien…

Si, no me quejo, una vez una señora me pidio 1000 fondos de un día para otro, estuve hasta tarde, los necesitaba para el jumbo, necesite ayudantes, si. Despues de eso me fui de vacaciones con mi papa y mi hijo porque ese mismo año quede viudo. Nos fuimos al sur a pescar, los pasamos bien.

¿y ustedes son periodistas? Porque yo altiro les digo que los precios que tengo son los que tengo que poner no mas po'. Imaginese que la caja de tomates la compro a 13.000 pesos. No es que yo sea patuo, es que algo tiene que entrar po'. Mire, espereme un poco le voy a buscar la factura para que me crea. (Mientras don Julio busca la factura de la compra de los tomates, nosotras atendemos el local. Una mujer compra 3 kilos de tomates y don Julio viene de inmediato) Si caserita, ¿quiere llevar tomates? Están bien ricos, bien rojitos. ¿Cuántos quiere, se lo peso? Don Julio nos enseña a usar su pesa. “ponen el precio del kilo, apreta este boton y listo.” Mire, acá traje la factura, a ver ¿cuanto sale ahí? 13.000 pesos ¿ve? Entonces tengo que venderlos a 800 porque o sino no vale la pena. Y los fondos los tengo a 1500 ¡hace diez años! "

¿Los fondos los compra siempre a una misma persona o va cambiando de proveedor?

No, ahí uno tiene que ir viendo el que te los vende más barato, yo no tengo a nadie fijo, imaginese después me sube el precio, no po'.


¿Vienen a ofrecerle las alcachofas o usted tiene que ir a comprarlas?

No, cada uno tiene que ir al galpon a comprarlos y dependiendo del precio que estan uno los compra. O sino uno tiene que ir pal remate pero yo no me meto pa`aya porque es muy temprano y mucho leseo, yo ya estoy viejo para eso.

¿Hay muchos puestos que venden fondos?

No hay muchos pero igual hay. Mire ese señor que está aya también vende, pero no son tan ricos como las mios porque él no tiene mi secreto.

¿Y cómo se lleva con los vecinos del local?

Mire, depende, es bien feo lo que voy a decir, me van a perdonar pero hay mucho peruano. ¡son una plaga! además se hacen los pobrecitos y llegan de Perú con los medios refrigeradores y camaras. es que a ellos ayá la plata les vale más entonces se aprovechan. a mi no me gustan. pero yo me preocupo de mi local no más, no me importa como le va a los demás. (sin embargo a lo largo de la entrevista nos dimos cuenta de que esto no es tan así).

Nos despedimos de don Julio y le agradecemos su tiempo. Le advertimos que encontraremos la semana próxima. "Yo encantado" nos responde.