miércoles, 24 de noviembre de 2010

Análisis del Trabajo de Campo

En la presente investigación se tuvo la pretensión de estudiar el impacto de las redes sociales en la actividad económica de los vendedores, tanto chilenos como peruanos y observar, además,  los vínculos que se producen y reproducen continuamente dentro del Mercado del Abasto de la Vega Central de Santiago.
Nuestra hipótesis se baso en que los vínculos primarios,  tales como la familia y los amigos, influyen positivamente en el desarrollo económico de los vendedores de la Vega Central y que, en el caso de los migrantes esto significaría que los vínculos fuertes priman en la decisión de trasladarse de un país a otro.

Esto en base a diversos autores, tales como Salazar, quien se refiere al comercio que se produce en las ferias de Chile a partir del S. XIX, como un comercio realizado “por una sucesión de cuando menos dos generaciones de ferianos” (Salazar, 2003: 86), lo que significaría que se va produciendo un sentido comunitario, dando continuidad a las redes que allí se forman. El sentido familiar que se logra observar en la Vega Central es la herencia que ha dejado la historia.
A medida que se avanzaba en el desarrollo del trabajo y se realizaban observaciones participantes, entrevistas y trabajo de campo más detallado se pudo observar que, efectivamente los vínculos primarios inciden positivamente en la actividad económica de los individuos. Casos como el de Don Miguel muestran que generalmente los negocios en la Vega Central son de tipo familiar, que reciben los negocios a través de sucesión, o trabajan con la familia, como el caso de Norma, quien nos contaba: "Yo trabajo con el Roger, mi marido y mi hijo también, ese que está allí”  ó el caso de Fernanda, quien, al preguntarle desde cuándo trabajaba en la Vega, dijo "ufff... desde chica que estoy acá, mira mi mamá es dueña del local, y desde guagua me traía pa' acá" o incluso, es el caso de Don Julio que hace 51 años comenzó a trabajar en la Vega Central con su tío. Muchos de los locatarios chilenos y peruanos, brindan fuentes de trabajo a sobrinos, cuñados, amigos o hijos, ya sea temporal o definitivamente.
Por lo tanto, es posible sostener que la actividad relacional en la Vega aparece como un componente central, en la mayoría de los puestos, trabajan dos o más personas, los productores no actúan individualmente, sino que trabajan en colectivo, ya sea familia, amigos, u otros, donde refuerzan los fuertes vínculos, también llamados vínculos primarios. Esto se constata con la teoría de Granovetter, quien sostiene que las relaciones sociales son las responsables de la producción de confianza y no así, los ‘dispositivos de moralidad generalizada’.  (GRANOVETTER: 2003).

Para alcanzar nuestro objetivo principal nos propusimos, en una primera instancia, determinar cómo es que influyen las redes sociales en la realización de la venta económica en los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.

Los vendedores chilenos de la Vega tienen vínculos fuertes muy amplios, son de gran tamaño, ellos afirman tener muchos amigos y conocidos dentro de ese espacio. Cada uno de ellos nos aseguró relacionarse de manera permanente y diaria con al menos 15 personas diferentes y muchas de esas 15 se relacionan con ellas mismas, eso crea una gran red social que se podrá ver más adelante.
En todas las entrevistas de vendedores chilenos se pudo ver que las relaciones de muchos años con personas que trabajan en el lugar, construyen confianza. 10, 20 incluso 30 años trabajando con un mismo proveedor o cargador genera una red social particular. Esto contrapone la tesis de Sennet, quien propone que el lema del nuevo capitalismo es “nada a largo plazo”. En el caso de la Vega se podría decir que impera el lema “todo a largo plazo” ya que en dicho período se logran establecer relaciones personales entre actores (ya sean amigos, proveedores, cargadores, ayudantes, caseritos, etc.) muy ricas e intensas, las cuales, como hemos repetido, son primordiales en el espacio del intercambio mercantil.
La confianza, además, es para todos los entrevistados, un elemento fundamental a la hora de trabajar dentro de un mismo núcleo ya que la deslealtad y deshonradez a la hora del manejo del ingreso puede traer conflictos “cuando se trabaja con gente que uno no conoce hace tiempo o que no es familia”. La familia, por tanto, es el encuentro con la confianza máxima, la mayor expresión de fidelidad y lealtad.
Un segundo objetivo que nos permitió adentrarnos en el objetivo principal era el de caracterizar la percepción del "otro”, es decir las personas de distinta nacionalidad, de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.
Pero antes de referirnos a la percepción del otro es menester dar cuenta de cómo llegan a instalarse estos vendedores migrantes en la Vega Central. A través del trabajo de campo pudimos observar que la decisión de trasladarse tiene gran relación con las redes sociales de los trabajadores y sus familias, es decir, con sus vínculos primarios, ya que estas muchas veces se basa en  experiencias pasadas de familiares, amigos o contactos en general.Además estos vínculos primarios son los que conforman el núcleo central de su actividad económica, es decir, son los familiares y amigos cercanos las principales relaciones que influyen en el trabajo de los vendedores peruanos.
Cuando nos referimos a redes, nos estamos refiriendo al conjunto de individuos interrelacionados, por un fin o motivo específico en las cuales se trasmiten flujos de información. La red se compone de tres elementos básicos, que veremos más adelante en el análisis de redes, que son los nodos o actores, los vínculos o relaciones y los flujos.
Específicamente y en relación con lo anterior, las redes de migración se definen como el conjunto de relaciones interpersonales entre los migrantes en este caso, en su país de destino, Chile. “Estos tramiten información, proporcionan ayuda económica y alojamiento y dan apoyo de distintas formas. Al hacerlo, facilita la migración, al reducir sus costos y la incertidumbre que genera. ” (ARANGO, 1998: 41) A partir de lo anterior  es posible referirse al concepto de familia transnacional y transmigrante en el caso de  Norma y Roger, quienes trabajan en la Vega Central y reciben productos peruanos de su hijo mayor que vive y estudia en Lima, o viajan ellos mismos para proveerse de dichos productos.  Otro caso que pone en evidencia el concepto de familia transnacional es el de Walter, un niño de 8 años, único en su familia que no nació en Perú, cuyo relato demostraba nostalgia de este acontecimiento ya que su relación con dicho país era muy fuerte incluso mayor que con Chile.
Desde el punto de vista de los chilenos, existen diferentes formas de ver la llegada de peruanos al lugar.  Positivas, como aquellos entrevistados que sostienen que simplemente los migrantes llegan a trabajar porque  necesitan de un sistema que les permita conseguir una mejor vida, u otras opiniones que los ven como tranquilos y “no molestan a nadie”. Pero también existen imaginarios sociales negativos, algunos entrevistados sostienen que los migrantes peruanos son gente altruista, clasista, que “ocupan espacio” pero en general son minoría.
En general, los vendedores chilenos y peruanos contestaban a las preguntas sobre la percepción del “otro”, de forma políticamente correcta, es decir, afirmando que mantenían buenas relaciones, que no tenían problemas ni conflictos con los migrantes o chilenos, respectivamente y que el “otro” les parecía “buena persona”. Sin embargo, cuando realizamos otras preguntas con relación a esto que desde otras aristas que  indirectamente llegaran o pudiesen referirse a la construcción del imaginario social del “otro”, nos encontramos  con que sí existía un “prejuicio” o imagen hacia el otro.  
Por ejemplo, cuando preguntábamos “Si usted pudiera decirnos algunas características ¿Cuál cree que es la diferencia entre los vendedores chilenos y los vendedores peruanos?” los entrevistados peruanos nos respondían “Bueno, nosotros sabemos disfrutar más, lo pasamos bien acá en el trabajo”. Los peruanos conciben su lugar de trabajo, no únicamente como un espacio de venta económica, sino también como un segundo hogar, donde trascurren muchos sucesos de su vida personal, por lo que le dan un espacio importante a esto y disfrutan de su trabajo. En cambio cuando le hacíamos la misma pregunta a los locatarios chilenos nos respondían “Es que a veces los peruanos son más lentos… les cuesta más hacer los cálculos de cuanto vendieron y cosas así…” 
Así nos damos cuenta que cada uno tiene su propia verdad acerca del otro, cada uno tiene una percepción distinta del "otro" como extranjero, y cada uno tiene una percepción distinta de la Vega Central y de lo que ella representa para ellos mismos. 
  

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