jueves, 25 de noviembre de 2010

Conclusiones Finales

Las redes sociales primarias, tanto de chilenos como de peruanos, influyen positivamente en el espacio de la venta económica de la Vega Central. Los locatarios estudiados nos permiten evidenciar que ellos no pueden concebir su trabajo sin estos vínculos debido a que el trabajo se vuelve más ameno y la confianza juega un rol muy importante para el buen funcionamiento del negocio.  Por lo tanto, se puede decir que la hipótesis planteada en la investigación se comprueba.
Siguiendo a Granovetter, se puede decir que la venta económica de la Vega Central se encuentra ‘incrustada’ en redes sociales. Sin embargo, en contraposición con el autor, no son los vínculos débiles los que afectan directamente el desarrollo económico de los locatarios, sino los vínculos más fuertes.
En contraposición a lo visto en clases es posible sostener que, en general, los mercados no se miran unos a otros, ya que habitualmente se especializan en un producto en particular y dado esto, no tienen la necesidad de observarse uno al otro continuamente. Pero en el caso de los locatarios de Perú esta situación difiere un poco, esto se debe principalmente al hecho de que todos ellos comercializan los mismos productos traídos desde su país de origen y esta situación produce una cierta preocupación por lo que ofrece el vecino y sus precios. Esto genera que las relaciones de los peruanos con sus vecinos sean menos cercanas que en el caso de los chilenos, quienes muchas veces trabajan en conjunto.
Con respecto al problema que menciona Geertz  de la ‘incertidumbre’ o pobreza de información que los vendedores o compradores pueden tener en un espacio mercantil, para el caso de la Vega, si bien está siempre presente, ésta se resuelve a partir de la confianza que allí se genera. Las relaciones de años con los proveedores, cargadores incluso con los `caseritos´ genera un vínculo tal en los vendedores que permanecen fieles (clientelismo) a dichos actores y entre ellos, solucionándose de algún modo el tema de la incertidumbre en el espacio de la venta. 
Nuestro objetivo general se llevo a cabo correctamente ya que, se pudo demostrar que a partir de las redes de las que hemos hablado a lo largo de toda la investigación, se produce, reproduce y afirma la identidad de los que allí trabajan, la mayoría de ellos se siente “Veguino de corazón”, para el caso de los chilenos principalmente. En el caso de los vendedores peruanos, ellos afirman sus raíces peruanas al relacionarse mayormente con sus pares peruanos incluso con los mismos productos que ofrecen.  En el caso de los chilenos, además, las relaciones de amistad con los proveedores, cargadores, vecinos y caseritos se van perpetuando a lo largo de las generaciones que por ahí van pasando.

En la Vega Central la cooperación es un elemento fundamental. Muchos de los vendedores saben que pueden contar con sus amigos vecinos por cualquier eventualidad no planeada, ya sea para proveerles de `sencillo´, ayudarlos a vender porque una persona no llegó al trabajo ó incluso, venderles sus productos a precio de costo para que no queden desabastecidos, en el caso de que vendan un producto en común. No obstante, los vendedores peruanos, si bien también creen que la cooperación ayuda mucho por cualquier situación inesperada, sus redes que tienen relación con este aspecto no son del todo amplias. Sólo con un par de personas mantienen lazos de cooperación, generalmente “cada uno vela por lo suyo”, como nos dijo Roger.

El segundo objetivo tiene relación con la caracterización de la percepción del "otro”, es decir las personas de distinta nacionalidad, de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.  Fue posible comprobar que existen diferentes formas de construir la percepción del otro varía según la situación. Se puede afirmar que la visión que tienen los chilenos de los migrantes de Perú puede ser tanto positiva como negativa, lo mismo ocurre en el caso de los peruanos, esto depende de las experiencias personales que cada vendedor haya vivido con el “otro”. Los vendedores peruanos en su imaginario social ven a la Vega como un espacio de trabajo y de vida en general. Los vendedores eran “políticamente correctos” a la hora de relatar su percepción sin embargo fue posible observar, en ambos casos, que existían prejuicios o imagines negativas del “otro”. Así nos damos cuenta que cada uno tiene su propia verdad acerca del otro, cada uno tiene una percepción distinta del "otro" como extranjero, y cada uno tiene una percepción distinta de la Vega Central y de lo que ella representa para ellos mismos. 
El último objetivo propuesto era crear mapas sociales el cual fue realizado de manera exitosa con el programa NetDraw 2.29. De dichos mapas se pudo extraer que las redes sociales de vendedores chilenos son más extensas que aquellas de vendedores peruanos, las cuales son más cerradas y por lo tanto mantienen vínculos más fuertes. Los  vínculos primarios son los que conforman el núcleo central de su actividad económica, es decir, son los familiares y amigos cercanos las principales relaciones que influyen en el trabajo de los vendedores chilenos y peruanos.
Finalmente, en próximas investigaciones al respecto se puede investigar acerca, de los limites normativos, (Ossandón, 2010), y como se conforman los trabajos semi-formales y sus respectivas redes sociales a partir de dichos limites.

Análisis de Mapas Sociales

El paso decisivo para estudiar el impacto de las redes sociales en la actividades económica de la Vega Central era claramente construir mapas a partir de las redes descubiertas. Así, a partir de las redes que se construyeron con el programa “NetDraw 2.29”, es posible observar más claramente que en todos los núcleos de los locatarios existen importantes relaciones sociales para la venta económica.

Cabe aclarar que estas redes son de carácter cualitativo, es decir que lo vínculos se han creado a partir de los tipos de relaciones, los cuales pueden ser relaciones de trabajo, familiares, de amistad, o simplemente desconocidos. No se realizó ningún tipo de calculo para las distancias entre los distintos vínculos, ya que no era necesario esto para alcanzar nuestros objetivos.
Así, se puede observar que las redes sociales de chilenos tienen mayor cantidad de vínculos (ties) con respecto a las redes sociales de peruanos. Esto puede tener relación con el hecho de que los migrantes se vinculan mayoritariamente con personas de su misma nacionalidad.
Las redes de los locatarios peruanos son más cerradas, es decir tienen menor cantidad de vínculos, pero estos son más fuertes, existe una mayor cantidad de familiares y amigos peruanos en sus núcleos.
También se pudo apreciar la existencia no sólo de vínculos primarios, sino que también secundarios. Estas son aquellas interacciones que se dan diariamente en el contexto del trabajo y no significa que son cercanos. Estos últimos son fundamentales (proveedores y cargadores) pero no son considerados como relaciones sociales importantes fuera del espacio de la venta económica por los dueños y vendedores. En cambio, los familiares y amigos son los de mayor importancia para la vida social y también, para el desarrollo económico de los locatarios.
En la hipótesis inicial se sostenía que los vínculos primarios, como la familia y los amigos, influyen positivamente en el desarrollo económico de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.  A partir de este estudio, podemos corroborar dicha hipótesis, por lo que hemos argumentado más arriba, no obstante en el caso de las redes sociales chilenas, existe un mayor número de vínculos que se dan únicamente por el trabajo (secundarias), no así en el caso de las redes sociales de peruanos.








miércoles, 24 de noviembre de 2010

Análisis del Trabajo de Campo

En la presente investigación se tuvo la pretensión de estudiar el impacto de las redes sociales en la actividad económica de los vendedores, tanto chilenos como peruanos y observar, además,  los vínculos que se producen y reproducen continuamente dentro del Mercado del Abasto de la Vega Central de Santiago.
Nuestra hipótesis se baso en que los vínculos primarios,  tales como la familia y los amigos, influyen positivamente en el desarrollo económico de los vendedores de la Vega Central y que, en el caso de los migrantes esto significaría que los vínculos fuertes priman en la decisión de trasladarse de un país a otro.

Esto en base a diversos autores, tales como Salazar, quien se refiere al comercio que se produce en las ferias de Chile a partir del S. XIX, como un comercio realizado “por una sucesión de cuando menos dos generaciones de ferianos” (Salazar, 2003: 86), lo que significaría que se va produciendo un sentido comunitario, dando continuidad a las redes que allí se forman. El sentido familiar que se logra observar en la Vega Central es la herencia que ha dejado la historia.
A medida que se avanzaba en el desarrollo del trabajo y se realizaban observaciones participantes, entrevistas y trabajo de campo más detallado se pudo observar que, efectivamente los vínculos primarios inciden positivamente en la actividad económica de los individuos. Casos como el de Don Miguel muestran que generalmente los negocios en la Vega Central son de tipo familiar, que reciben los negocios a través de sucesión, o trabajan con la familia, como el caso de Norma, quien nos contaba: "Yo trabajo con el Roger, mi marido y mi hijo también, ese que está allí”  ó el caso de Fernanda, quien, al preguntarle desde cuándo trabajaba en la Vega, dijo "ufff... desde chica que estoy acá, mira mi mamá es dueña del local, y desde guagua me traía pa' acá" o incluso, es el caso de Don Julio que hace 51 años comenzó a trabajar en la Vega Central con su tío. Muchos de los locatarios chilenos y peruanos, brindan fuentes de trabajo a sobrinos, cuñados, amigos o hijos, ya sea temporal o definitivamente.
Por lo tanto, es posible sostener que la actividad relacional en la Vega aparece como un componente central, en la mayoría de los puestos, trabajan dos o más personas, los productores no actúan individualmente, sino que trabajan en colectivo, ya sea familia, amigos, u otros, donde refuerzan los fuertes vínculos, también llamados vínculos primarios. Esto se constata con la teoría de Granovetter, quien sostiene que las relaciones sociales son las responsables de la producción de confianza y no así, los ‘dispositivos de moralidad generalizada’.  (GRANOVETTER: 2003).

Para alcanzar nuestro objetivo principal nos propusimos, en una primera instancia, determinar cómo es que influyen las redes sociales en la realización de la venta económica en los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.

Los vendedores chilenos de la Vega tienen vínculos fuertes muy amplios, son de gran tamaño, ellos afirman tener muchos amigos y conocidos dentro de ese espacio. Cada uno de ellos nos aseguró relacionarse de manera permanente y diaria con al menos 15 personas diferentes y muchas de esas 15 se relacionan con ellas mismas, eso crea una gran red social que se podrá ver más adelante.
En todas las entrevistas de vendedores chilenos se pudo ver que las relaciones de muchos años con personas que trabajan en el lugar, construyen confianza. 10, 20 incluso 30 años trabajando con un mismo proveedor o cargador genera una red social particular. Esto contrapone la tesis de Sennet, quien propone que el lema del nuevo capitalismo es “nada a largo plazo”. En el caso de la Vega se podría decir que impera el lema “todo a largo plazo” ya que en dicho período se logran establecer relaciones personales entre actores (ya sean amigos, proveedores, cargadores, ayudantes, caseritos, etc.) muy ricas e intensas, las cuales, como hemos repetido, son primordiales en el espacio del intercambio mercantil.
La confianza, además, es para todos los entrevistados, un elemento fundamental a la hora de trabajar dentro de un mismo núcleo ya que la deslealtad y deshonradez a la hora del manejo del ingreso puede traer conflictos “cuando se trabaja con gente que uno no conoce hace tiempo o que no es familia”. La familia, por tanto, es el encuentro con la confianza máxima, la mayor expresión de fidelidad y lealtad.
Un segundo objetivo que nos permitió adentrarnos en el objetivo principal era el de caracterizar la percepción del "otro”, es decir las personas de distinta nacionalidad, de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.
Pero antes de referirnos a la percepción del otro es menester dar cuenta de cómo llegan a instalarse estos vendedores migrantes en la Vega Central. A través del trabajo de campo pudimos observar que la decisión de trasladarse tiene gran relación con las redes sociales de los trabajadores y sus familias, es decir, con sus vínculos primarios, ya que estas muchas veces se basa en  experiencias pasadas de familiares, amigos o contactos en general.Además estos vínculos primarios son los que conforman el núcleo central de su actividad económica, es decir, son los familiares y amigos cercanos las principales relaciones que influyen en el trabajo de los vendedores peruanos.
Cuando nos referimos a redes, nos estamos refiriendo al conjunto de individuos interrelacionados, por un fin o motivo específico en las cuales se trasmiten flujos de información. La red se compone de tres elementos básicos, que veremos más adelante en el análisis de redes, que son los nodos o actores, los vínculos o relaciones y los flujos.
Específicamente y en relación con lo anterior, las redes de migración se definen como el conjunto de relaciones interpersonales entre los migrantes en este caso, en su país de destino, Chile. “Estos tramiten información, proporcionan ayuda económica y alojamiento y dan apoyo de distintas formas. Al hacerlo, facilita la migración, al reducir sus costos y la incertidumbre que genera. ” (ARANGO, 1998: 41) A partir de lo anterior  es posible referirse al concepto de familia transnacional y transmigrante en el caso de  Norma y Roger, quienes trabajan en la Vega Central y reciben productos peruanos de su hijo mayor que vive y estudia en Lima, o viajan ellos mismos para proveerse de dichos productos.  Otro caso que pone en evidencia el concepto de familia transnacional es el de Walter, un niño de 8 años, único en su familia que no nació en Perú, cuyo relato demostraba nostalgia de este acontecimiento ya que su relación con dicho país era muy fuerte incluso mayor que con Chile.
Desde el punto de vista de los chilenos, existen diferentes formas de ver la llegada de peruanos al lugar.  Positivas, como aquellos entrevistados que sostienen que simplemente los migrantes llegan a trabajar porque  necesitan de un sistema que les permita conseguir una mejor vida, u otras opiniones que los ven como tranquilos y “no molestan a nadie”. Pero también existen imaginarios sociales negativos, algunos entrevistados sostienen que los migrantes peruanos son gente altruista, clasista, que “ocupan espacio” pero en general son minoría.
En general, los vendedores chilenos y peruanos contestaban a las preguntas sobre la percepción del “otro”, de forma políticamente correcta, es decir, afirmando que mantenían buenas relaciones, que no tenían problemas ni conflictos con los migrantes o chilenos, respectivamente y que el “otro” les parecía “buena persona”. Sin embargo, cuando realizamos otras preguntas con relación a esto que desde otras aristas que  indirectamente llegaran o pudiesen referirse a la construcción del imaginario social del “otro”, nos encontramos  con que sí existía un “prejuicio” o imagen hacia el otro.  
Por ejemplo, cuando preguntábamos “Si usted pudiera decirnos algunas características ¿Cuál cree que es la diferencia entre los vendedores chilenos y los vendedores peruanos?” los entrevistados peruanos nos respondían “Bueno, nosotros sabemos disfrutar más, lo pasamos bien acá en el trabajo”. Los peruanos conciben su lugar de trabajo, no únicamente como un espacio de venta económica, sino también como un segundo hogar, donde trascurren muchos sucesos de su vida personal, por lo que le dan un espacio importante a esto y disfrutan de su trabajo. En cambio cuando le hacíamos la misma pregunta a los locatarios chilenos nos respondían “Es que a veces los peruanos son más lentos… les cuesta más hacer los cálculos de cuanto vendieron y cosas así…” 
Así nos damos cuenta que cada uno tiene su propia verdad acerca del otro, cada uno tiene una percepción distinta del "otro" como extranjero, y cada uno tiene una percepción distinta de la Vega Central y de lo que ella representa para ellos mismos. 
  

viernes, 12 de noviembre de 2010

Construyendo mapas de redes

Si hay una palabra que define este primer día en el que decidimos ir a la Vega Central en busca de las redes sociales de los vendedores peruanos, es la frustración. Ellos son bastante más reservados que los vendedores chilenos, por lo que se nos hizo ardua la tarea. Se podría decir que los llenamos de preguntas, de hecho la guía de preguntas que teníamos, se nos hizo chica, las respuestas de estos trabajadores migrantes eran cortas y concisas, hablaban cabizbajos y en un volumen extremadamente bajo. En síntesis, no tenían muchas ganas de cooperar con nuestro trabajo, pero como buenas investigadoras, no nos dimos por vencidas y seguimos. Al primer local que fuimos bien recibidas fue al de Norma y Roger, ya los habíamos visitado varias veces antes, quizás por este motivo fuimos mas o menos bienvenidas. Estaba atendiendo sólo Roger con su ayudante quien nos miraba con desconfianza. No la conocíamos. Llegamos en la tarde, ideal para realizarles la entrevista porque no hay tanta concurrencia, aún así de vez en cuando llegaba algún comprador peruano en busca de salsas o congelados. Roger nos conto que su hijo mayor que vive y estudia en Perú, ya no les seguía proveyendo los productos, sino otro proveedores cuyos nombres no recordaba, pensamos que esto revelaba que no tenían mucha relación o que no se había contactado con ellos recientemente. Sus dos hijas también trabajan en la Vega pero en locales de otros amigos o conocidos peruanos a pocas cuadras de distancia, “es que acá estamos bien los tres” aún así “a veces vienen a ayudar acá nomás pue’…”


Cuando le preguntamos “¿Qué tipo de vínculo tiene usted con otros locatarios?” nos respondió que mantenía una buena relación pero distante “cada uno en lo suyo”, pero que era de respeto y cordialidad, en cambio, cuando le preguntamos si tenía proveedores fijos u ocasionales (o de ambos) y la relación que mantenía con ellos, se puso más bien serio y respondió que “cada uno vela por lo suyo, cada uno compra según la relación volumen- precio que más le conviene, no hay lealtad para estas cosas”. Nos comentó que existían proveedores los cuales conocía hace mucho tiempo, pero en general y lo importante era que primaba era el precio de la mercadería más que las relaciones que pudieran producirse, por lo que no contaba con relaciones de lealtad en este aspecto de su trabajo. No nos dio mucha información, hablaba muy bajo y no se le escuchaba mucho. Su ayudante se acercó y para decirle que llenara con menos cantidad las bolsas de salsas listas, en ese momento le preguntamos el nombre, pero no conseguimos captar su atención. Luego de esto y claras de que la conversación ya había terminado, nos despedimos en busca de mejores suertes con otros locales.


Fue así como llegamos al local de “Guisela y Milady”, nos atendió su ayudante, quien se encontraba con una dueña de un restaurant peruano, estaba terminando de hacer el pedido para su local. La ayudante no tuvo problemas en ayudarnos, pero nuevamente nos encontramos con que sus redes sociales no eran muy extensas. Conocía a Norma y Roger, mantenía con ellos una buena relación al igual que con otros vecinos locatarios, también conocidos por Norma y Roger. Nos aclaró que no tenían proveedores, la misma dueña del local (Guisela) viajaba directamente a Perú a comprar los productos para vender. Aún así, nos dio la sensación de que nos escondía información por miedo a que le quisiéramos robar sus contactos, por “amenaza” de competencia, o porque la dueña la podía retar por darnos toda esa información. Para no incomodarla más, le prometimos que su colaboración con la investigación se mantendría privada, le agradecimos por su tiempo y nos marchamos.

El último local del día al que fuimos fue el de una peruana conocida como “la empresaria Marylu”. Esta locataria es dueña de dos locales enfrentados, grandes y bien provistos, más un galpón. Cuando llegamos el local más grande estaba lleno de trabajadores, había dos mujeres y tres hombres. Le preguntamos a un hombre si podía respondernos a unas preguntas para un investigación para la Universidad, pero se escabullo sin decirnos nada, ninguno nos presto mucha atención, una de las mujeres, incluso, nos miraba de mala forma, con un tono casi despectivo, mientras que la otra nos dijo que si podía contestarnos. Fue por eso que pensamos que ella era Marylu, pero nos dijo que la dueña del local, era la misma mujer que nos había mirada de mala forma que ahora se había ido al fondo del local, y se la escuchaba hablando por teléfono con un proveedor. Nos comento que en el local trabajaban varios sobrinos de la dueña y ella, que se dividían el trabajo y que todos trabajaban por igual. “La señora tiene varios proveedores, pero de eso yo no sé”, además nos comento que también conocía a Norma, Roger y a Guisela, lo que nos da la idea de que podría, incluso construirse una red social entre los vendedores peruanos que hemos visitado.

Cuando le preguntamos a esta colaboradora ayudante ¿Cómo es su relación con los chilenos que trabajan en La Vega? Nos respondió que “con todos los chilenos tengo buena relación”, pero la verdad que pudimos observar es que si uno sigue preguntando e intentando indagar más, comienzan a salir a flote pequeñas muestras de antipatía hacia el otro. Por ejemplo, luego de varios minutos de su respuesta, nos dijo “no hay ninguna relación con los vendedores chilenos, pero no me caen mal, no me tratan mal.” Además, comentó que tenían diferentes tiempos y horarios con los vendedores chilenos, ya que los peruanos son “mucho más madrugadores y trabajadores.”

Los sobrinos de Marylu no nos dirigían la mirada, pero se notaba que estaban atentos escuchando lo que hablábamos y las preguntas que hacíamos, asique decidimos preguntarle a uno de ellos nuevamente, si podía respondernos unas preguntas cortitas. Esta vez accedió. Entonces, le preguntamos cómo definiría a los vendedores peruanos y su respuesta fue que los peruanos “somos carismáticos, nos reímos en el trabajo, lo hacemos más llevadero, es parte de nuestra vida, no diferenciamos tanto entre la vida personas y el trabajo.”

Nos comentaron también que tenían tanto caseros fieles como caseros ocasionales y que en general habían llegado a trabajar a la Vega Central por amigos o por la familia y que no se quería volver, que no extrañaban a su país, ya que en Chile tienen una mejor calidad de vida, con tienen mejores ingresos. Se notaba en ellos contradicciones y paradojas que se ponían día a día en una balanza, entre la familia que también tuvo que migrar, los ingresos la mejora en la calidad de vida, contra el trabajo, el ser extranjero, las menores oportunidades de estudio. En fin, conocer un poco, muy poco, de la vida de estos locatarios peruanos nos llevo a cuestionarnos lo que significa ser un trabajador migrante.

Decididas, partimos nuevamente a la Vega a realizar las entrevistas que necesitábamos para seguir desarrollando nuestra investigación. A diferencia de otras veces, fuimos directas, y sin rodeos, a los puestos de los vendedores que ya nos conocían por idas anteriores al lugar. En esas conversaciones nos dejaron muy invitadas y accedieron a responder nuestras preguntas futuras, “pero por supuesto, vengan cuando quieran vengan `pos` chiquillas”, nos dijeron. Apelando a su buena disposición, llegamos, una buena bienvenida nos esperaba “pasen, pasen para acá” y entramos al local de Don Miguel.

Un señor de más o menos 50 años, de estatura media y buena “pinta”. Es dueño de dos locales cercanos entre sí. Si bien vende muchas verduras y de variados tipos (más viejos, más maduros, más tiernos, menos tiernos, más grandes más chicos), su especialidad son los pimentones.

A nuestra llegada, Don Miguel nos cuenta muy entusiasmado que el día ha sido bueno, “espérenme un minutito…. ¡Antonio, atiéndeme al señor del pedido que yo estoy ocupado!”, con eso nos dejó claro que realmente no tenía problemas, todo lo contrario, quería ser un aporte en nuestra investigación. El ambiente era relajado, don Miguel tenía listos los almuerzos de sus compañeros sobre un banquillo, eran las 13.45 de la tarde, faltaba poco para que Don Miguel se fuera para la casa “yo estoy aquí hasta las dos, después desaparezco y se quedan los compañeros” pero sin importar la hora, iniciábamos nuestro objetivo. Fue una entrevista semi-estructurada, comenzamos con preguntas cotidianas tales como “cómo está”, “cómo le fue hoy”, etc., para construir un ambiente cotidiano, para que ésta sea una conversación más. Tal como lo establece nuestra pauta de entrevista, comenzamos preguntando acerca del ambiente en la Vega, por el cómo llegó a este lugar a trabajar.

Todo partió bien hasta que empezaron las preguntas sobre los vínculos que tenía con la gente que trabajaba en el mismo lugar y los vecinos. Las respuestas comenzaron a superponerse a respuestas de otras preguntas, y, para seguir el hilo, incorporamos algunas otras con la finalidad de ahondar más en el tema. En un primer momento en el desarrollo de nuestra metodología apostamos por hacer, en un segundo momento de la entrevista semi estructudara, preguntas estructuradas para llegar a las redes específicas de cada vendedor, sin embargo, nos dimos cuenta que para hacer más fácil y llegar más directamente a dichas redes, debíamos incorporarlas fluidamente a la entrevista misma.

Don Miguel es una persona muy honesta, nos dio a entender que conoce a mucha gente entre vendedores vecinos amigos, una gran lista de proveedores, cargadores y conocidos. “acá el ambiente es agradable (…) En general los vínculos son buenos pero no con todos profundos, hay amistad pero dentro del trabajo, con muchos hay “buena onda” pero no por eso yo me junto con ellos fuera del trabajo o los invito a la casa.” Su afirmación fue de lo más honesta y eso nos gustó mucho. Seguimos.

En el desarrollo de nuestra conversación fuimos incluyendo de a poco las preguntas sobre sus colegas peruanos, nos afirmó que su relación con ellos era buena, pero “el chileno es como más vivo, más astuto, más rápido.” Trabaja con un peruano, aseguró que a su llegada no confiaba mucho pero “vi sus antecedentes, había trabajado en una empresa y estaba bien catalogado, lo puse dos meses a prueba y lo hizo bien asique lo acepte.” Finalmente preguntamos acerca de los “caseritos”, Don Miguel tiene de todo tipo, incluso compradores al por mayor, pero a todos “hay que darles la mejor atención, hay que preocuparse de que sea una buena relación”, asegura, no importando si son ocasionales.

Una vez terminada la entrevista damos las gracias por todo el tiempo invertido en nuestro trabajo, “de nada` po´ chiquillas, vuelvan cuando quieran”, salimos del local 77 de la Vega central con pimentones de regalo en mano.

Luego de habernos deleitado don Miguel con tanta información de los más animosas fuimos a otro local, de lejos veíamos a Manuel Alejandro, “el Aguja” que ya habíamos invitado a ser parte de esta investigación, nos acercamos a él, nos reconoció de inmediato “que bueno que volvieron chiquillas lindas, pero para que les voy a decir una cosa por otra, ¿qué estaban haciendo ustedes? Le refrescamos la memoria y rápidamente lo recordó, “háganme las preguntas que quieran mientras yo atiendo.” Para él era un día más, para nosotras era el mejor día desde que empezamos el trabajo, la buena disposición de Don Miguel y ahora de Manuel, hacía preguntarnos si se trataba de buena suerte. Era un ambiente cotidiano, entre tallas nos contaba que él era yerno del dueño Juan Cid quien llevaba 34 años trabajando en la Vega. Era un señor de unos 65 años. En un comienzo no nos miró muy bien, sin embargo Manuel le explicó el porqué estábamos ahí y accedió a cooperar con sus respuestas sin problema alguno. En este local trabajan familiares principalmente, ellos son los vendedores que están fijos, Manuel Alejandro que es yerno de don Juan, y Manuel, su primo. Además tiene un ayudante para el fin de semana, Gonzalo. Con respecto a los vendedores vecinos, nos cuentan que tiene unos cuantos, “está el Lucho, el Carlitos Saúl, el Juan, el Victor Hugo, el Jorge, el Marco, Doris y el que vá allí, el Sergio que es vendedor ambulante” y ríe a carcajadas, “no, él nos vende agua”. Con los proveedores la cosa no cambiaba mucho, nos cuenta “tengo hartos, depende para qué fruta o verdura, a ellos los tengo hace más de 20 años, nos llevamos bien, imagínese tanto tiempo”, nos nombra a muchos, le preguntamos si conocía a don Miguel y nos cuenta que “él me vende pimentones.”

Igual que con Don Miguel, comenzamos a preguntar de a poco sobre los Peruanos, Manuel es bien explícito al decirnos “el chileno mira en menos a los peruanos igual como el alemán mira al judío, pero yo me llevo bien con ellos, los trato bien, no tienen culpa de que su país haya tenido y tenga un mal gobierno, si estuviéramos así nosotros muchos se irían a Perú también.” Su afirmación es bastante convincente, nos deja pensando y preguntamos cómo los definiría “son generosos, inteligentes, tienen cultura (…) pero hay de todo eso si, honrados, y sinvergüenzas igual que los chilenos”. Nuestro entrevistado nos cuenta que tiene varios amigos peruanos en la Vega, entre ellas Marylu.


Nuestro tercer entrevistado no tenía tan buena disposición como Don Miguel y Manuel Alejandro, sin embargo accedió igual a responder nuestras preguntas de una forma más sobria, su personalidad no era tan carismática como la de los anteriores.

Nos encontramos en el local 76 de la Vega hablando con Héctor quien es dueño, junto con su hermano Francisco del local. El ambiente no es tan relajado como en los anteriores, sentimos que estamos molestando ya que cuando se acerca algún “caserito” don Héctor deja de tomarnos atención. Esperamos que se desocupe para entrevistarlo y pausamos cuando vienen a comprar para que no se incomode con nuestra presencia. Siguiendo nuestra pauta, comenzamos preguntando acerca de cómo llegó a trabajar en este lugar, nos cuenta que ellos son parte de la Cooperativa Agrícola que antes se llamaba el Pequeño Chacarero (este último es el nombre de su local). Como en la mayoría de las respuestas, nos cuenta que llegó a trabajar por sus familiares, abuelos y padres “por sucesión” como nos dijo Don Miguel. Estos hermanos conocen a este último, “es amigo de acá”, al igual como se refirió a ellos don Miguel. Como es posible ver, este es un local familiar “no, acá trabajamos con la familia no más, nos vienen a ayudar los sobrinos a veces, los primos, es que hay harta pega acá sobre todo los fines de semana y uno ya los conoce.” Le preguntamos sobre los amigos que tiene más cercanía y nos dice que tiene varios colegas que son vecinos con los cuales “hecha la talla” durante el día “los Arredondo son los más amigos en todo caso, el Pancho también pero no tanto.”
En cuanto a los proveedores, “me relaciono con hartos porque tengo varios dependiendo del producto, para el brócoli, para la lechuga, el repollo, zanahoria, cebolla, todos llegan de diferentes partes, de la Serena, de Colina, hay hartas personas.” Con respecto a los cargadores nos cuenta que tiene uno fijo, Nelson “él es fiel.” Con los vendedores peruanos nuestro entrevistado nos dice que prefiere no opinar, y es de esperar ya que tiene dos muy cerca suyo, pensamos que no opina muy bien de ellos por su forma de mirarlos, y justamente, nos recalca que “yo sólo trabajo con chilenos.” Una vez que se han ido, nos dice que tuvo una mala experiencia con uno “por eso no me relaciono con ellos, quizás es una generalidad pero a mí me dan mala espina, como que son como muy cerrados en lo suyo, son desconfiados con los demás que no sean otros peruanos.”

Una vez terminada nuestras entrevistas, nos damos por satisfechas y nos vamos del lugar con unas cuantas frutas y verduras en las manos.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Entrevista a Don Miguel Payera

¿En términos generales ¿Cómo encuentra el ambiente en La Vega?

En términos generales es súper bueno, acá el ambiente es agradable, yo lo paso bien aunque hay harto trabajo. Pero de hace ameno, a mi me gusta.

¿Cómo llegó a trabajar a La Vega Central? ¿Qué vínculos tiene con sus compañeros de trabajo?

Por sucesión, mi abuelo, padre trabajaba aquí, mi hermano entonces yo llegué por ellos a trabajar a la Vega

¿Qué personas que trabajan con usted? (Entregar nombres)

Mi sobrino el Antonio, el encargado del otro local José, que es peruano, Fidel , Iván.

¿Son familiares suyos?

Más o menos, en realidad él (apunta a un chico joven) es hermano del pololo de mi hija, y bueno yo le di trabajo porque estaba medio complicado, no lleva mucho tiempo pero lo hace bien y se hizo amigo de mi sobrino, el otro chiquillo que se ve allá (un chico igual de joven que el otro) es mi sobrino, el Antonio. Todos los otros que se ven trabajan acá no más.

¿Qué tipo de vínculo tiene usted con otros locatarios?

Yo conozco a muchos acá, por ejemplo, para empezar, yo trabajo aquí con ese otro local que se ve allá, ellos trabajan conmigo, bueno, obviamente nos vemos todos los días y nos llevamos bien..

Y con respecto a los otros vendedores, ¿Tiene algún vínculo fuerte con alguno?¿Nos podría dar sus nombres?

Hay hartos, está el Francisco Cañas, Héctor y Francisco Peña, Enrique Céspedes, Manuel Miranda. En general los vínculos son buenos pero no con todos profundos, hay amistad pero dentro del trabajo, con muchos hay “buena onda” pero no por eso yo me junto con ellos o los invito a la casa.

Respecto a sus proveedores ¿Tiene algún vínculo fuerte con alguno(s) de ellos? (Dar nombres)

Sipo, está el Walter Meta de Quillota, Fermín Allende de Ovalle, Arturo Huanca de Arica, el Emilio Vallera, el Manolo Vallera y el Juan Vallera, ellos son hermanos

Y con los repartidores ¿Tiene algún vínculo fuerte con alguno(s) de ellos? (Dar nombres)

Está el Arturito Andrés el “veinte”, Juanito “pinchón”, el lechuga, con ellos me llevo bien pero no conozco sus nombres de verdad.

Usted siente que hay competencia entre los locales?

Así como competencia con todas no, en realidad hay competencia con lo que venden los mismo que uno como pimentones y cebollas, pero no competencia competencia. 
 
¿Cómo es su relación con peruanos/chilenos que trabajan en La Vega?

Buena, son responsables, honrados, acá yo trabajo con un peruano lleva poco, como medio año, el José.

¿Cómo lo conoció? ¿Cómo llegó él a trabajar acá?

Al principio yo no confiaba mucho, pero como con cualquier otra persona, asique vi sus antecedentes, había trabajado en una empresa y estaba bien catalogado, lo puse dos meses a prueba y lo hizo bien asique lo acepte. 

¿Cómo cree que son los locatarios peruanos/chilenos?

El chileno es como más vivo, más astuto, más rápido. Los peruanos no entienden rápido el cambio de moneda pero se terminan adaptando. Algunos de aprovechan eso si.

¿Tiene caseros ocasionales y/o fieles? ¿Qué tipo de relación mantiene con ellos?

Tengo de los dos tipos de caseros, ocasionales y fijos, algunos al por mayor. Tengo una buena relación con ellos, hay que darles la mejor atención, hay que preocuparse de que sea una buena relación.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Aspectos Metodológicos

Pregunta de Investigación
¿Cómo influyen las redes sociales, tanto en chilenos como peruanos, en el espacio de la venta económica de La Vega Central?
Hipótesis
- Los vínculos primarios, como la familia y los amigos, influyen positivamente en el desarrollo económico de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central. En el caso de los migrantes esto significa que los vínculos fuertes priman en la decisión de trasladarse de un país a otro.
Objetivo general
- Estudiar el impacto de las redes sociales en la actividad económica de los vendedores chilenos y peruanos, además de los vínculos que se producen y reproducen dentro de la Vega Central.
Objetivos específicos
 - Determinar cómo influyen las redes sociales, específicamente los vínculos primarios en la realización de la venta económica en los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central de Santiago.
- Caracterizar la percepción del "otro" (distinta nacionalidad) de los vendedores chilenos y peruanos de la Vega Central.
- Crear un mapa social de las redes primarias de los vendedores chilenos y peruanos a estudiar.

Metodología
El enfoque cualitativo permitirá a esta investigación,  de carácter descriptiva y analítica, captar el imaginario social de los actores mismos y caracterizar de mejor manera la realidad socioeconómica de la Vega Central, es decir, este enfoque permite  obtener información de sujetos, comunidades, contextos, variables o situaciones en profundidad, en las propias ‘palabras’, ‘definiciones’ o ‘términos’ de los sujetos en su contexto” (SAMPIERI; 2003,450). Por lo tanto, los métodos de recolección de información a utilizar serán la observación participante y la entrevista, además, utilizaremos la fotografía como medio para complementar el tema de estudio.
  • Observación Participante
La observación participante es aquella “investigación que involucra la interacción social entre el investigador y los informantes en el ‘milieu’ de los últimos, y durante la cual se recogen datos de modo sistemático y no intrusivo.” (TAYLOR y BOGDAN, 2006: 148)
Según Sampieri (2003), esta técnica tiene la finalidad de explorar ambientes o subculturas, describir sus comunidades; comprender procesos e interrelaciones entre personas; identificar problemas y finalmente formular hipótesis para futuros estudios.
“La observación (…) implica adentrarse en profundidad en situaciones sociales y mantener un rol activo, así como una reflexión permanente y estar al pendiente de los detalles (y no de la trivia) de los sucesos, los eventos y las interacciones.” (SAMPIERI: 458) Para esto es necesario llevar a cabo un registro de lo observado, con notas de campo detalladas, en este caso de los actores y las relaciones socioeconómicas que se producen en la Vega Central. Así, se busca caracterizar las relaciones entre actores,  tratar de establecer patrones de comportamiento y diferenciar los comportamientos entre actores.
  • Entrevista
La entrevista se presenta como un método cualitativo que permite ahondar de forma abierta y flexible los distintos aspectos personales y sociales que se pretenden estudiar. “La entrevista debe ser un dialogo y dejar que fluya el punto de vista único y profundo del entrevistado” (SAMPIERI; 2003, 456) Este método permite obtener información de las perspectivas, concepciones y estilos de vida del entrevistado. En el caso de la Investigación de los mercados y redes sociales de La Vega Central, se llevarán a cabo entrevistas de tipo semi-estructuradas y otra, estructurada, para definir las redes sociales primarias de los vendedores, con el objetivo de crear un mapa social para tres núcleos chilenos y tres peruanos. La construcción del mapa de redes de cada núcleo vendedor se realizará a partir de una bola de nieve, esto se refiere a que cada núcleo irá identificando a las personas con las que goza de vínculos más cerrados (espacialmente amigos y conocidos que trabajan en la Vega misma no en el mismo local) y estos últimos pasarán a ser un dato posible de ser estudiados como núcleo vendedor. Existen muchas formas de medir los mapas sociales, en este caso la medición del mapa social se realizará de acuerdo a la cercanía de un núcleo social con otro, de esta forma se espera que las personas “nuevas” en el mapa social comiencen a ser cada vez menos, entonces muchas de ellas formarán una gran red, así, la construcción del mapa de redes será satisfactorio.
Sampieri (2003) diferencia entre varios tipos de preguntas, para efectos de esta investigación se utilizaran principalmente las que denomina preguntas generales y de contraste. Las primeras  son abiertas, las cuales permiten partir por temas globales para no intimidar al entrevistado. Las segundas tratan temas sobre similitudes y diferencias. De esta forma será más pertinente ahondar en las percepciones que tienen los vendedores migrantes y no migrantes.
Las entrevistas tienen como  objetivo que la conversación fluya de modo natural para que el entrevistado se exprese libremente, para así desentrañar los motivos subyacentes, significados y razones internas del comportamiento del vendedor de la Vega Central,  por lo que “el ‘experto’ es el entrevistado, por lo que el entrevistado debe escucharlo con atención y cuidado. Nos interesa el contenido y la narrativa de cada respuesta (…) también es importante que el entrevistado se relaje y mantenga un comportamiento natural. Nunca hay que interrumpirlo, sino guiarlo con discreción.” (SAMPIERI; 2003, 456)
 Preguntas a realizar

Estas preguntas son una guía para la entrevista semi-estructurada. 

1.     En términos generales ¿Cómo encuentra el ambiente en La Vega?
2.    ¿Cómo llegó a trabajar a La Vega Central? ¿Qué vínculos tiene con sus compañeros de trabajo?
3.    ¿Qué tipo de vínculo tiene usted con otros locatarios?
4.   ¿Cómo es su relación con peruanos/chilenos que trabajan en La Vega?
5.    ¿Cómo cree que son los locatarios peruanos/chilenos?
6.   ¿Tiene caseros ocasionales y/o fieles? ¿Qué tipo de relación mantiene con ellos?

Para la entrevista estructurada usaremos las siguientes preguntas con el objetivo de crear el mapa social anteriormente mencionado:

1.    ¿Existe alguna persona clave que tuvo influencia que usted trabajara en el Mercado del Abasto?
2.   ¿Qué personas que trabajan con usted? (Entregar nombres)
3.    ¿Existen familiares? ¿Quiénes?  
4.   ¿Y amigos? ¿Quiénes?  
5.    Respecto a sus proveedores ¿Tiene algún vínculo fuerte con alguno(s) de ellos? (Dar nombres)
6.   Respecto a los repartidores ¿Tiene algún vínculo fuerte con alguno(s) de ellos? (Dar nombres)
7.    Me podría nombrar las quince personas más importantes o de más incidencia en su trabajo en la Vega Central.
  •  Fotografía
“Las imágenes puede ocupar el lugar de las palabras o por lo menos trasmitir algo que las palabras no pueden.”  (TAYLOR y BOGDAN, 2006: 148) La fotografía nos permitirá poder hacer “tangible” el estudio, ya que por medio de esta modalidad  podremos palpar de mejor manera el ambiente que se observa en La Vega. Al mismo tiempo se podrá ver reflejado todo el entorno socio-económico y las distintas realidades sociales presentes en ésta.  
Muestra

La información que se pretende captar a partir de los objetivos será extraída de tres redes sociales chilenas y tres peruanas. Esto es pertinente, ya que así se tendrá acceso al material necesario para indagar acerca de las redes sociales de La Vega Central y determinar cómo los vínculos primarios afectan o tienen una influencia en la actividad económica de los actores. Estas seis redes sociales serán de utilidad para realizar los mapas sociales y para identificar patrones de comportamiento, tanto como las percepciones y el imaginario social que se tenga de los locatarios vecinos, tanto migrantes como chilenos. Esta muestra no se definió de acuerdo a una técnica probabilística.
Técnicas de Análisis
Una vez recolectados los datos se pretende analizarlos por medio de dos técnicas principalmente: el análisis de contenido. 
Análisis de Contenido
Esta técnica generalmente se refiere fundamentalmente a la interpretación de textos escritos. Sin embargo tambien es factible realizar este análisis a las entrevistas mismas, como se llevara a cabo en esta investigación. La lectura de las entrevistas se realizara "de modo científico, es decir, de manera sistamatica, objetiva, replicable, válida." (RUIZ OLABUENAGA, 2003: 193)

Análisis de Redes

Además, centraremos nuestra atención al análisis de redes, ya que éste nos proveerá de una información complementaria a lo que pretendemos estudiar. Este tipo de análisis se centra en las relaciones sociales que individuos o grupos puedan tener y sus efectos en la acción humana. Lo básico y central en el análisis de redes son las relaciones sociales en sí mismas. De esta forma, intenta descubrir la estructura de una red, sus patrones, su intensidad, etc.    
En este caso estudiaremos y analisares con mayor profundidad la influencia de las partes en el Todo, más que la influencia del todo en las partes. Esto es, nos enfocaremos con más detención a la influencia de las redes ya sea de la familia, parientes, amigos o conocidos cercanos, en la actividad económica más que en la influencia de la actividad económica en las redes sociales del núcleo vendedor. De esta manera se estudiará el cómo la estructura de las relaciones afecta a la actividad económica de los respectivos núcleos a estudiar.

Plan de Análisis

      







      Las primeras semanas se llevo a cabo la exploración del terreno, interactuamos con los vendedores y compradores de la Vega Central y decidimos realizar este trabajo desde una perspectiva de los vendedores. Tiempo despues, nos dimos cuenta que nos interesaba estudiar la relación que pudiera existir entre los vendedores chilenos y peruanos y cómo se conformaba la percepción del otro. Descubrimos que queriamos analizar las redes sociales de los vendedores, nacionales y extranjeros. Para esto realizamos uns detallada revisión bibliografica y realizamos numerosas visitas al lugar. A finales de agosto y principios de septiembre se construyó el marco teorico, a partir de autores tales como Granovetter, Burke,  White, entre otros, además de articulos, tesis y estudios de caso que pudimos encontrar. Fue entonces cuando definimos la metodología (semana 2-3 Octubre), la tecnica de recolección de información a utilizar seria principal la entrevista semi-estructurada para encontrar los vinculos sociales, contruir mapas sociales de los vendedores y así, más adelante poder contruir un análisis de redes. En las primera semanas de Noviembre nos enfocamos de lleno en la rezlización de nuestros objetivos y análisis de resultados.

§  Ruiz Olabuenaga, J.I. (2003) Metodología de la Investigación Cualitativa. Editorial DEUSTO. Tercera Edición. España.
§  Sampieri, R. (2003) Metodología de la investigación. McGraw-Hill. México.
§  Taylor, S.J. y R. Borgan, R. (2006) Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Editorial Paidos. Madrid, España.